COMO AFRONTA ARIES UNA RUPTURA

La Ruptura Amorosa y los Signos: Aries

Para los Aries el amor es una apuesta. Siempre apuntan alto, pues tienen una idea acerca de sí mismo a la que nunca renuncian: sólo se ama a quien nos obliga a ir más allá de todos nuestros límites. Si esa relación se pierde, se pierde lo que con ella se ha sembrado y fructificado.

De manera que para ellos, el fin de una relación es también el fin de un proyecto de vida, de una ambición. Guardan luto y sientes rabia por sí mismos y por ese final, que los deja a mitad de camino de una nueva meta, a la que esperaban llegar acompañados.

¿Cómo se toma Aries una ruptura amorosa?

Para los nativos del signo del cimarrón no es nada fácil recibir un no, y suelen reaccionar de la peor manera cuando se les dice gracias y adiós. Insisten, acosan, llaman a horas altísimas de la noche a su ex pareja.

Pero no suplican: en realidad quien que se les exima del fin de esta pareja, pues ellos no pueden haber fallado. En su diccionario (exitista, vital, ambicioso) no hay una entrada para el fracaso personal, y quieren deslindad responsabilidades… pero que ninguna les toque.

Una vez que comprueban que en ellos no estuvo el fallo (o que se convencen de ello) se dejan llevar por la nostalgia, una que poco a poco se convierte en dolor, y por fin de permiten dolerse por la persona que han perdido.

En ese sentido son sinceros: valoran, entonces, lo que esa persona les entrego con su amor, y pueden llegar a pedir perdón por no valorarlas en su justa medida.

¿Cómo se sobreponen los Aries a una ruptura?

Para los nativos de este signo el proceso de curación es lento, pero seguro.

Primero deben hacer el ejercicio de reconocer su propia responsabilidad en la ruptura. Por pequeños y tangenciales que sean, pero en toda pareja que se quiebra siempre hay errores que se comparten. Reconocerlos es el principio del camino para poder enmendarlos.

Lo que ayuda grandemente a los Aries a revertir los efectos negativos de una ruptura es que se concentren en su trabajo, en sus afanes cotidianos, en su educación y entrenamiento para ser mejores. Una de sus más acendradas costumbres, pero que debido al dolor se puede venir abajo. No hay que dejarse de amar porque alguien nos ha dejado de amar.

Este ejercicio de mejora les hará sentir que la vida fluye y que el mundo no se ha hundido. También les dará de nuevo la certidumbre de que tienen mucho que ofrecer a los demás, y a una pareja en concreto… Y en unos meses estarán en forma para amar y ser amados de nueva cuenta.