COMO ES EL HOMBRE CáNCER

Cómo es el Hombre de Cáncer

Los hombres de Cáncer son personas que tienen bien claro porque han venido a este mundo: para fundar un hogar, para amar a su pareja, para ver crecer a sus hijos, para crear abundancia para todos los que aman.
Así como el caracol lleva su casa a cuestas, los Cáncer llevan su hogar a todas partes, como un sueño, como un ideal, y no descansan hasta que lo ven realizado.
No se detienen hasta conseguir su techo, su mujer, su familia… en donde sea, al precio que se deba pagar.
Su filosofía
Los Cáncer son hombres que creen que antes que todo están los valores y la familia, el amor de pareja y los deberes profesionales. Esto tal vez lo pinte como personas conservadoras y aburridas, pero no lo son. Todo lo contrario: se trata de personas apasionadas, que dan todo por las personas amadas y por su ideal del hogar.Virtudes y defectos
Los Cáncer son amantes de la perfección en todas las esferas de su vida. No dejan cabo suelto, ni problema sin atender. Esto es porque, como baluartes de su hogar, quieren el mayor control posible sobre el futuro y sobre los que aman, para guiar sus vidas hacia lo que consideran el mejor destino.Su mayor defecto es el reverso de esta virtud: son en exceso controladores y celosos. No sólo de su pareja, sino de todos sus seres queridos. No les gustan las sorpresas, y mucho menos sentir que comparten a alguien amado con otra persona. Bajo su techo, sus reglas… Y también fuera de él.
En el trabajo
Los nativos del signo de Cáncer son hombres trabajadores y centrados, que cumplen en hora y lugar con sus deberes. Nunca pierden el control ni el amor por los detalles y por la perfección. Hay que saber lidiar, eso sí, con su temperamento explosivo ante los fallos de los demás.En el amor
Los nativos del signo de Cáncer sólo son ideales si se busca una relación sólida y de larga duración. Estamos antes hombres que no creen en los coqueteos y las relaciones casuales. De hecho, antes de sentar cabeza buscan obsesivamente a la mujer que llene sus ideales.No hay que jugar con ellos, pues esperan y ofrecen total devoción a lo largo de toda la vida. Creen en el amor eterno, y en los hogares que se construyen en el respeto y la devoción. Toman lo que dan, y eso puede bastar para una vida feliz.